Abrimos una nueva serie dedicada a aquellos elementos que se encuentran sobre la vía. Indagaremos sobre el material de superficie, las innovaciones técnicas, los sistemas eléctricos y de seguridad, y todo aquel elemento ferroviario relevante. En esta entrada comenzaremos por uno de los vehículos ferroviarios más versátiles, el tranvía.
tranvía de Lisboa |
El tranvía consiste en un tren ligero que circula en superficie a través de áreas urbanas, en las propias calles, sin separación del resto de la vía ni por carril, ni por sector reservado. Estas unidades se distinguen por contaminar menos, sus vagones son silenciosos, cómodos y en muchos casos más rápidos que el autobús y con mayor capacidad, pues pueden acoger a unos doscientos pasajeros.
tranvía de Burdeos |
Una alternativa innovadora para impulsar estas unidades motoras consiste en el sistema ACR (Acumulador de Carga Rápida), un sistema de alimentación de tranvías sin necesidad de hilo aéreo de contacto, desarrollado por CAF con la colaboración de Trainelec. Según su diseño el tranvía es alimentado por baterías que se recargan con la energía del frenado, con conexión a la red eléctrica en las paradas (90 segundos). Las baterías están basadas en ultracondensadores situados en la parte superior de las cabinas. Con este sistema el tranvía es capaz de recorrer con facilidad 1000 metros, distancia que puede variar según las características de la vía. Sevilla y Zaragoza son dos de las ciudades donde este sistema se ha implantado con buenos resultados.
El llamado APS (Alimentation Par le Sol, alimentación por el suelo) es otro sistema de alimentación de electricidad para tranvías que evita el tendido de hilo aéreo. Desarrollado por Innorail (filial de Alstom), se ha incorporado en varios tramos del tranvía de Burdeos. Aquí se sitúa un tercer raíl entre los dos raíles principales así como frotadores eléctricos en los coches. Conforme avanza, el tranvía activa automáticamente la alimentación eléctrica del tercer raíl, enviando una señal a las cajas de control por medio de una antena inductiva.
en San Francisco |
El peculiar y conocido tranvía de la ciudad de San Francisco, en California, basa la movilidad de sus unidades en un riel situado entre ambas vías de cada uno de los sentidos. Por este discurre un largo cable sinfín que se mueve en el sentido de la marcha. Al ser doble vía, el cable gira también en la zona de inversión de marcha de cada línea y se encamina hacia el sentido contrario. Una vez que el tranvía ha efectuado el recorrido de ida, es introducido manualmente en una plataforma giratoria de madera donde se le da la vuelta. Allí volverá a pinzar el cable que gira también en ese mismo sitio para iniciar el camino de retorno. El de San Francisco es el último de los tranvías conducidos a mano. Este icono de la ciudad que forma parte del transporte urbano intermodal es operado por la San Francisco Municipal Railway. De las veintitrés líneas existentes de 1873 a 1890 solo quedan tres las cuales operan desde el downtown cerca de Union Square hasta Fichermans. Unos siete millones de viajeros lo usan cada año, en su mayoría turistas. Otros dos antiguos tranvías con sistemas de tracción por cable son el Great Orme Tramway en Llandudno (Gales), y el Elevador do Lavra en Lisboa.
tranvía de Melbourne |
Dado el crecimiento continuo, cada vez es más frecuente que las grandes urbes confíen en este medio para solucionar sus problemas de congestión y contaminación. Una de ellas es la ciudad australiana de Sydney que planea un proyecto con treinta de estos trenes ligeros para realizar trayectos de una hora llevando hasta nueve mil pasajeros, algo para lo que se necesitarían ciento cincuenta autobuses.
Con los años el tranvía ha demostrado ser un transporte público moderno y polivalente que aun nos puede sorprender por su funcionalidad y que sin duda formará parte del paisaje urbano de las ciudades del futuro.