Encontramos nuestro vagón mientras un agudo silbido suena a lo lejos. De repente, un movimiento nos empuja y comienza el traqueteo inconfundible bajo nuestros pies, miramos a nuestro alrededor y el paisaje cobra vida. Entonces tomamos asiento porque nuestro viaje ha comenzado.
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15 enero, 2014

GRANDES ESTACIONES: FLINDERS STREET, MELBOURNE

Fue la primera estación de ferrocarril urbana del continente australiano, y con mucho la más concurrida del hemisferio sur. Durante años, la estación de Flinders Street se ha convertido en todo un símbolo de la capital del estado de Victoria, además de ser un lugar de paso cotidiano para cerca de un millón de personas.


Algunos historiadores sostienen que la estación que realmente se quería levantar en Melbourne era la que se erigió en Bombay, hoy conocida como Chhatrapati Shivaji. Lo cierto es que, en 1854, la originaria estación de la calle Flinders era una mera colección de cobertizos conocidos como Melbourne Terminus. Desde sus andenes partían los primeros ferrocarriles de vapor de Australia para orgullo de los victorianos, quienes estaban acostumbrados a quedar en segundo lugar tras Nueva Gales del Sur, la colonia madre. La primera línea abierta, en marzo de 1853, unía cuatro kilómetros desde Melbourne a Sandridge (actual Port Melbourne). El viaje llevaba diez minutos y era operado por una empresa privada: la Melbourne and Hobson's Bay Railway Company. Las otras dos estaciones de la ciudad, Princes Bridge y Spencer Street, abrirían en 1859 y aunque estaban a corta distancia de Flinders, pasarían algunos años antes de que fueran conectadas. A finales de 1880, los trenes que partían de Flinders Street ofrecían servicios regulares hasta Port Melbourne y St. Kilda. La construcción de un viaducto de dos vías se puso en marcha en diciembre de 1888, el cual se volvería a duplicar en 1915, proporcionando cuatro vías entre las calles Spencer y Flinders.
La actual estación de ferrocarril de Melbourne se inició en 1882, cuando el gobierno del estado de Victoria convocó concurso para su construcción a orillas del río Yarra. Los ferroviarios J.W. Fawcett y H.P.C. Ashwort ganaron a la competencia, levantando en 1910 un imponente edificio de estilo victoriano con una magnífica entrada y una alta torre al fondo
vista aérea de la estación
Los trabajos empezaron en 1905 en la parte occidental y progresaron hacia el edificio principal. Hacia 1907 la estación ya tenía once plataformas y proyectaba construir dos más al este de la calle Swanston en dos años con un presupuesto de más de medio millón de libras.  La fachada iba a ser retocada originalmente en piedra, pero debido a los altos costes se optó por el ladrillo rojo en su lugar. El granito gris de Harcourt fue usado para muchos de los detalles del lado de la calle Flinders. Aunque las obras estaban terminadas a mediados de 1909 la apertura oficial no tuvo lugar hasta el año siguiente. En apenas una década tendría lugar la ampliación y modernización de las instalaciones. El proyecto exigió el cierre de la intersección más transitada de Melbourne para la sustitución de los viejos raíles, la introducción de conductos eléctricos y la renovación del pavimento de la calzada. A su vez, varias ventanillas fueron dispuestas en cada entrada, con servicios de restaurante, oficina de objetos perdidos y recepción de pasajeros. El primer tren eléctrico rodó de Flinders a Essendon en 1919 y hacia 1926 la estación ya era la más visitada del mundo. Por este motivo, para solventar el creciente número de pasajeros, el acceso a la entrada del metro en Degraves Street fue ampliado hacia el norte en la misma época. Más recientemente, en 1966, la plataforma número uno se extendía 708 metros de largo.
entrada principal
Un detalle inconfundible de la estación corresponde a los relojes de la entrada principal, los cuales permanecen casi en el mismo lugar donde figuraban en 1860. Un intento por sustituirlos por pantallas de video (como hicieran con los de las entradas de las calles Degraves y Elizabeth), derivó en las protestas que los mantienen operativos en la actualidad. Con todo, los trece son controlados por ordenador e indican las salidas de los trenes de las líneas suburbanas. El primer reloj de la torre, de talla inglesa, marca la hora en la calle Elizabeth desde 1883. No obstante, fue sustituido en 1907 por uno nuevo construido por un relojero local. El conjunto sirvió de inspiración a la estación de la Luz de Sao Paulo, en Brasil, a principios del siglo pasado.
Una centuria después desde su creación, en 2011, el gobierno local volvió a convocar concurso, esta vez para rediseñar la estación y adaptarla tanto al crecimiento poblacional como al nuevo paisaje urbano. El pasado verano se dio a conocer el proyecto ganador: la iniciativa de Hassell+Herzog & de Meuron se impuso de entre 117 proyectos y recibió un millón de dólares para la remodelación de la vieja estación. La propuesta de este estudio de diseño suizo prevé la creación de una nueva estación multifuncional que no sólo será el punto de encuentro de ferrocarriles y tranvías, sino que también contará con espacio para comercios y mercados, además de galerías culturales, un puente y un gran anfiteatro.

proyecto de ampliación de la estación
Imagen nocturna de la estación
Además, el flamante proyecto prevé mejorar la comodidad del pasajero a través de amplias explanadas (unidas por una pasarela frente al río, sobre la que habrá tiendas y cafés) que harán más fácil entrar y salir del recinto. Junto al área comercial, en el piso superior -al que se podrá acceder por una escalera mecánica- se ubicarán dos centros culturales: la Galería Oceánica y la Galería de Arte Contemporáneo. Estos nuevos componentes se integrarán al recinto de 46.451 metros cuadrados dispuesto a lo largo del río Yarra, el cual abarca desde St. Kilda Road hasta la Plaza de la Federación, donde también se encuentran la antigua Casa de la aduana y el Museo de inmigración de Flinders Street.


Más información: http://www.flindersstreet.com.au/