Encontramos nuestro vagón mientras un agudo silbido suena a lo lejos. De repente, un movimiento nos empuja y comienza el traqueteo inconfundible bajo nuestros pies, miramos a nuestro alrededor y el paisaje cobra vida. Entonces tomamos asiento porque nuestro viaje ha comenzado.
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02 enero, 2014

INFRAESTRUCTURAS: EL PROYECTO YAMAL

El ferrocarril más al norte del planeta se encuentra en la península de Yamal, en Rusia. Los trenes que viajan hacia este lugar parten de la estación de Obskaya hacia los depósitos de gas de Bovanenkovo. La ejecución de la ruta ha requerido de una tecnología especial para rodar sobre el hielo así como para emplazar el puente más largo localizado en el Ártico.

En diciembre de 1986, desde la ciudad de Labytnangi, empezaba a levantarse el primer tramo que se dirigía hacia el norte y que conectaba con la línea principal Baikal-Amur. La tierra estaba tan congelada que llevó dos días a los trabajadores clavar la golden spike de diez centímetros, símbolo del inicio de la construcción de toda vía férrea. A pesar de las tormentas de nieve y de las inundaciones los trabajos nunca se interrumpieron, si bien la obra paró a finales de los ochenta. Décadas más tarde una empresa dedicada a la explotación de gas decidiría finalizar la construcción empezada por los soviéticos. La estación de Khralov fue el punto de partida elegido. Los ingenieros tuvieron que desarrollar toda una serie de soluciones específicas para reforzar la línea. Construir sobre el permafrost supone la necesidad de mantener la estructura estable durante la época de deshielo cuando el suelo se vuelve húmedo y permeable. Con objeto de preservar el ecosistema de la región y teniendo en cuenta las particularidades del suelo, el terraplén donde se sitúa la vía se compone de cieno arenoso el cual alcanza la resistencia deseada a temperaturas bajo cero. De igual modo, para asegurar la firmeza de la calzada en verano ha sido desarrollado un sistema único de aislamiento multicapa (derivados textiles, poliestireno expandido, compuesto rocoso y material de pavimento sobre los que se colocan las vías). A su vez, se le ha conferido de una protección contra inundaciones: más de trescientos tubos están conectados en los numerosos ríos y lagos que se encuentran localizados sobre la línea.
vagón decorado con las tiendas
o chums típicas de los Nenets
La península de Yamal es una remota e inhóspita región cubierta por el hielo que ha sido el hogar por más de mil años de uno de los pueblos nómadas de la Siberia, los Nenets. De hecho, la palabra Yamal significa en su idioma “el fin del mundo”. Con la llegada del invierno, los más de diez mil Nenets que habitan este gélido paraje desplazan sus rebaños de renos cientos de kilómetros más allá de las zonas de tundra al norte del Obi hacia los bosques de coníferas del sur. Actualmente, la industrialización de buena parte de estas tierras está reduciendo significativamente los pastos, lo cual ha obligado a muchos miembros de esa población a emigrar o dedicarse a otras labores, especialmente a trabajar en las industrias química y petrolífera. En realidad, esta región constituye el punto más estratégico de toda Rusia para la extracción de gas y petróleo. El potencial de los yacimientos ubicados en Yamal y su proximidad a las áreas costeras asegura la preeminencia del país como productores mundiales desde 2010. Se estima que hacia el año 2030 los recursos de la zona producirán más de 360 billones de metros cúbicos de gas al año y sus reservas se mantendrán por al menos cincuenta años más.

El proyecto Yamal empieza en el yacimiento de Bovanenkovo, el mayor de la península. Sus reservas suman 4.9 trillones de metros cúbicos de gas natural. Aunque el grueso de las cargas son enviadas a Yamal por mar a través del puerto de Kharasavey durante la temporada navegable de verano, sería imposible organizar una infraestructura que favoreciera la producción a gran escala sin contar con una comunicación férrea relevante.
La línea Obskaya-Bovanenkovo es un elemento vital del megaproyecto que está implementando Gazprom. La vía tendrá un total de 572 kilómetros de longitud (525 kilómetros desde la estación de Bovanenkovo) de los que, por el momento, 472 ya han sido levantados. El trazado incluye cinco estaciones, doce tramos y setenta puentes que suman una longitud de más de doce kilómetros.
El puente que cruza el río Yuribey es la sección más complicada del recorrido y su construcción no tiene igual en el mundo, ni en términos de diseño ni en cuanto a las condiciones climáticas y geológicas. Con una longitud de 3.9 km, es el puente más largo localizado sobre el Círculo Polar ártico (66º 33' 45” N). Construido en 349 días, su peso total excede las treinta mil toneladas y su resistencia se estima que alcance la centuria. La estructura penetra en el permafrost a una profundidad de 20 a 40 metros, de este modo, respondiendo a tecnologías de vanguardia y a un método especial de estabilización térmica desarrollado por investigadores rusos, sus cimientos prácticamente congelados bajo el hielo no verán alterado su estado físico, otorgando al puente una rigidez adicional. 
el tren sobrepasando el río Yuribey
Alrededor de 800 personas se encargan del funcionamiento de los trenes y del adecuado mantenimiento de la línea. Durante el año 2012 transportó un total de sesenta y cinco mil viajeros, si bien las mercancías son llevadas hacia el norte y de vuelta vía raíl dos veces al día.
En 2010 la energética Gazprom anunciaba la ampliación de sus circulaciones hasta Bovanenkovo sobrepasando con ello los 70º de latitud Norte y arrebatándole así el registro a la línea noruega Kirkenes-Bjørnevatn que ostentaba el récord hasta entonces. No obstante, fue un explorador noruego, Roald Amundsen, quien logró oficialmente el disputado mérito de haber alcanzado el Polo Norte en 1926, y no en un ferrocarril precisamente, sino en un dirigible de nombre Norge.
Aun hoy, la carrera ferroviaria por la conquista del punto más septentrional del mundo por donde circula un ferrocarril no está en absoluto cerrada. Existe tierra firme en Groenlandia (Kaffeklubben Island situada a 83º 40'N) y en Canadá (Alert a 82º 30' N) donde ya se planean nuevos proyectos. La conquista del Ártico no ha hecho más que comenzar.