Actualmente, Suiza es el país con más trenes de montaña y funiculares del mundo. Hoy nos atrevemos a escalar a lo más alto gracias a dos titanes de acero, el Glaciar Express y el Jungfraubahn, el cual cumple este año un siglo de andadura.
Precisamente, fue un suizo llamado Niklaus Riggenbach quien diseñó el primer ferrocarril de cremallera pensado para rodar por vías con pronunciada pendiente. Lo construyó finalmente en 1871 para conectar el Lago de Lucerna con la cima de la montaña Rigi (1.800 metros), convirtiéndose así en el primer ferrocarril de montaña eléctrico europeo. El segundo tren de cremallera del mundo porque ya entonces un invento similar del norteamericano Marsh permitía que un tren de este tipo remontara el monte Washington (New Hampshire) desde 1869. Estos trenes basan su funcionamiento en el acople mecánico con la vía por medio de un tercer riel dentado o "cremallera", y son necesarios para las rutas de montaña que discurren por una pendiente donde la adherencia entre carriles y ruedas no sería posible debido a la escasa fricción entre aquellas.
El Glaciar Express está gestionado por la compañía de ferrocarril Mattherhorn Gottard (MGB) y los Ferrocarriles Réticos (RhB) y es conocido como el tren rápido más lento del mundo. Entró en servicio en 1930 y actualmente ofrece un completo paseo panorámico por el interior del país. Un recorrido en el que en todo momento el pasajero se sentirá cautivado por la presencia alpina, las casitas típicas de montaña cubiertas de nieve, los lagos de agua completamente azul y la rica y exuberante naturaleza que sólo un país como Suiza ha sabido conservar intacto hasta nuestros días.
El recorrido del Glaciar Express comienza en la elegante estación de montaña de St. Moritz para llegar siete horas y media después, con una velocidad media de 35 km/h, a la tranquila ciudad de Zermatt en el cantón suizo de Valais. Unos 200 kilómetros de ruta de alta montaña por la que el tren cruzará 291 puentes y atravesará 91 túneles hasta llegar al Paso Oberalp a 2.033 metros de altitud. Este tren está dotado para superar las pendientes de montaña a través
de vías mixtas de cremallera y adhesión. El Glaciar es un ferrocarril métrico que en buena
parte de su trayecto recurre a la tracción por cremallera para superar rampas
de gran envergadura. Hasta 1982 la línea funcionaba
solo en verano porque no era segura en invierno, pero con la apertura del túnel
de base de Furka el Glaciar Express pudo disfrutarse todo el año. Gracias a la
implantación de la tecnología moderna, en la década de los ochenta y noventa
este tren alpino se consolidó como un producto turístico de primer orden.
Cabinas climatizadas, ventanas panorámicas, flexibilidad horaria y un
excelente catering lo avalan. El 22 de junio de 2005 celebró su setenta y cinco
aniversario con una visión más dinámica y moderna, tal ha sido su intención
al estrenar dos nuevas categorías de vagones panorámicos. Desde entonces casi
todos los trenes han sido modernizados en su totalidad.
Jungfraubahn, vías de cremallera |
El Jungfraubahn es el tren con más altura de Europa. Entró en servicio en 1912, tras un difícil proyecto iniciado en 1896 por el rico empresario textil Guyer-Zeller. Un suizo que, inspirado por la belleza de los Alpes berneses y animado por la excelente recaudación que había obtenido al inaugurarse el primer tren de cremallera de Europa, decidió financiar esta nueva ruta turística. Dieciséis años después, la línea llegó a costar 15 millones de francos, más del doble de lo estimado. El recorrido del ferrocarril de montaña Jungfraubahn se extiende desde Kleinen Scheidegg hasta la estación de Jungfraujoch, realizando dos paradas en un trayecto de 9.3 kilómetros de extensión, que incluye además siete túneles a través de los glaciares Eiger y Mönch a 2.300 metros de altitud. Desde la estación alpina enclavada a 3.454 metros, la más alta de Europa, se puede ascender aún más para llegar al observatorio climático y astronómico llamado la Esfinge situado a 3.571 metros. Desde su mirador se obtiene una vista magnífica del monte Jungfrau (4.158 m), quien cede su nombre a esta línea, así como del conjunto alpino y del glaciar Aletsch declarados Patrimonio Natural de la Humanidad en 2001. Con motivo de su centenario se han organizado hasta ochenta actos a lo largo de todo 2012, entre ellos, el lanzamiento de una colección de cinco monedas que retratan los trenes de montaña más famosos, obra del artista Benno K. Gelfingen. Además, el Correo Suizo ha sacado un sello especial conmemorativo, y en la misma montaña se ha dispuesto una exposición fotográfica llamada “Alpine sensation”. Algo que tendrán en cuenta sus numerosos visitantes, pues es una de las rutas más solicitadas: solo en 2011 transportó 765.000 pasajeros.
Observatorio sobre el monte Jungfrau |
Para ampliar información:
http://www.rhb.ch
http://www.glacierexpress.ch
http://www.jungfrau.ch