La ruta White Pass & Yukon es diferente a cualquier otra. Surgió a finales del siglo XIX con la explotación minera en Alaska para llevar mercancías tierras adentro hasta Canadá. Contra todo pronóstico, aquellas vías de hierro sorteaban uno de los terrenos más duros en una ruta que cruzaba puentes colgantes y túneles a través de las rocosas montañas a su paso por glaciares, gargantas y cataratas.
fotografía de H. Dedman. |
Construido durante la fiebre del oro de Klondike en 1898, este ferrocarril de vía estrecha se encontró atravesando literalmente las montañas costeras que bordean Alaska en tan solo 26 meses. Los 10 millones que costó el proyecto (unos 275 millones de dólares actuales) procedían de financiación británica, los ingenieros eran americanos y las empresas canadienses. Dio empleo a decenas de hombres y
necesitó 450 toneladas de explosivos para enfrentar la geografía propia de la
zona a la que se unía un clima inhóspito. El tren original de Klondike del 98 está
preservado en la misma roca como tributo permanente a los cientos de personas
que pasaron por allí en busca de fortuna. Tal fue su importancia que ha sido nombrado lugar
histórico mundial en cuanto a obra de ingeniería civil (una designación compartida con
el Canal de Panamá, la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad). Actualmente,
la flota consiste en veinte locomotoras diésel-eléctricas (de los años 50 y 60), 70
vagones-salón (réplicas y restaurados) y dos locomotoras de vapor. Los vagones
han sido nombrados como los lagos y ríos de Alaska, Yukon y la Columbia Británica y tienen
una media de 49 años. El más viejo, Lago Esmeralda, fue construido en 1883. Además
la línea se distingue por lucir un águila calva (símbolo de la nación americana)
en su locomotora, cuya mayor población se encuentra precisamente en el estado
de Alaska.
La compañía suspendió sus actividades en 1982 cuando la industria minera de Yukon se vio colapsada debido a los bajos precios de los minerales. Fue por poco tiempo. En 1988 reabrió su ruta al turismo vacacional. Su pasaje llega en ferry a través del puerto de Skagway y por carretera. La ruta de White Pass & Yukon une el puerto de Skagway en Alaska con Whitehorse, la capital de Yukon.
El recorrido empieza a nivel del mar en Skagway, se eleva más de 900 metros en tan solo 32 kilómetros y cuenta con pronunciadas pendientes (de hasta 3.9%), cerradas curvas (de 16 grados) sobre acantilados, dos túneles y numerosos puentes. Uno de ellos es el llamado William Moore de 33.5 metros de largo y construido en 1901, el cual cruza una falla activa por lo que permanece firmemente anclado tan solo por un extremo de manera que cuando la tierra se agite el puente no se parta. Hoy día, la de White Pass es la ruta turística más popular en Alaska con más de 400 mil pasajeros en verano en su recorrido de poco más de cien kilómetros. Un viaje de tres horas desde Skagway que permite visitar el histórico lago Bennet, la cima White Pass (873 metros) y su restaurada estación (de 1903). Allí esperan también las espectaculares vistas de las escarpadas montañas de Sawtooth, del lago Linderman y del canal Lynn.
Esta ruta ferroviaria es operada por Canadá y Estados Unidos
conjuntamente. Una compañía de transporte integrada ya que explota
plataformas, trenes, vías, autobuses, camiones, barcos, aeroplanos, trineos,
hoteles y hasta rutas combinadas. Hay que señalar que además del servicio a
pasajeros el tren provee un transporte intermodal (barco-tren-camión) eficaz e
innovador para el movimiento de mercancías.
El tren a su paso por el puente William Moore |
Para ampliar información: http://www.wpyr.com